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Convulsión generalizada

Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Aura, México - Actualizado el 28 de febrero 2023. (Tiempo de lectura: 8 minutos).

Las convulsiones generalizadas son un tipo de trastorno convulsivo que afecta a todo el cerebro. Estas crisis de epilepsia se caracterizan por la actividad eléctrica anormal que ocurre en todo el cerebro, lo que resulta en una pérdida de conciencia y movimientos involuntarios de todo el cuerpo. A diferencia de las convulsiones focales, que afectan solo una parte específica del cerebro, las crisis generalizadas afectan a todo el cerebro desde el inicio.

Existen varios tipos de convulsiones generalizadas, cada una con características y síntomas únicos. Estos tipos incluyen:

  • Convulsiones tónico-clónicas: también conocidas como gran mal, son el tipo más conocido de convulsión generalizada. Se caracterizan por una pérdida repentina de la conciencia, seguida de rigidez muscular (fase tónica) y movimientos violentos y rítmicos (fase clónica) en todo el cuerpo.
  • Convulsiones de ausencia: también conocidas como pequeño mal, son un tipo de convulsión generalizada que afecta principalmente a niños. Se caracterizan por una pérdida repentina y breve de la conciencia, durante la cual la persona puede tener una mirada fija y parecer ausente. A menudo, la persona no se da cuenta de que ha tenido una convulsión.
  • Convulsiones mioclónicas: se caracterizan por movimientos musculares repentinos y breves, que pueden afectar a una parte del cuerpo o a todo el cuerpo. A menudo, estas crisis de epilepsia ocurren en series y pueden ser desencadenadas por estímulos externos, como luces brillantes o sonidos fuertes.
  • Convulsiones atónicas: también conocidas como crsis de caída, se caracterizan por una pérdida repentina del tono muscular, lo que provoca una caída repentina. A menudo, la persona se recupera rápidamente después de la convulsión, pero puede sufrir lesiones debido a la caída.
  • Convulsiones tónicas: se caracterizan por una rigidez muscular repentina y sostenida, que puede afectar a todo el cuerpo o a una parte del cuerpo. A menudo, estas crisis epilepticas ocurren durante el sueño y pueden ser desencadenadas por el estrés o la fatiga.
Las convulsiones generalizadas involucran los dos lados del hemisferio

Los temas más importantes relativos a las convulsiones de tipo generalizado, que hablaremos en este artículo incluyen:

  • Diagnóstico
  • Causas
  • Tratamiento
  • Prevención
  • Manejo de emergencia
  • Calidad de vida

Sigue leyendo para que estés informado de este tipo de situación por si te ocurre a ti o a un familiar. En Centro Aura sabemos que la información es vital para un correcto manejo de la epilepsia por eso te brindamos esta información que te servirá para mejorar tu calidad de vida o la de alguno de tus familiares.

1. Diagnostico

Las convulsiones generalizadas se diagnostican a través de la evaluación clínica y pruebas complementarias. Durante la evaluación clínica, el médico recopilará información detallada sobre los síntomas, antecedentes médicos, familiares y estilo de vida del paciente. También puede solicitar pruebas complementarias, como un electroencefalograma (EEG), una resonancia magnética (RM) y análisis de sangre, con el objetivo de detectar posibles causas subyacentes. Además, el médico puede pedir al paciente que realice pruebas específicas, como la hiperventilación o la fotostimulación, para evaluar la actividad eléctrica del cerebro y confirmar el diagnóstico de crisis generalizadas.

2. Causas

Las convulsiones generalizadas pueden tener diversas causas, incluyendo trastornos neurológicos, como la epilepsia, lesiones cerebrales traumáticas, infecciones cerebrales, trastornos metabólicos, trastornos genéticos y enfermedades autoinmunitarias. Algunos factores de riesgo, como el consumo de drogas, el consumo excesivo de alcohol y la falta de sueño, también pueden desencadenar crisis en personas predispuestas. En algunos casos, la causa de las crisis de epilepsia puede no estar claramente identificada.

Los consejos de seguridad al presentar una convulsión generalizada: es mantener la calma y proteger a la persona que la presenta

3. Tratamiento

El tratamiento de las convulsiones generalizadas depende de la causa subyacente y de la frecuencia y gravedad de estas. El tratamiento puede incluir medicamentos anticonvulsivos que ayudan a prevenir las crisis o disminuir su frecuencia y gravedad. En algunos casos, se pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como evitar factores desencadenantes de los ataques epilépticos y mejorar el sueño y la nutrición. En casos graves, se puede considerar la cirugía para tratar la causa subyacente de estas. También es importante brindar atención de emergencia inmediata durante una crisis, para prevenir lesiones y complicaciones graves. Es fundamental que el tratamiento sea guiado por un profesional médico, quien determinará el tratamiento adecuado según las necesidades de cada paciente.

4. Prevención

La prevención de las convulsiones generalizadas implica en primer lugar tratar y controlar cualquier enfermedad o trastorno que pueda estar causando las crisis, como la epilepsia, la diabetes o la hipertensión arterial. En algunos casos, pueden ser útiles cambios en el estilo de vida, como mantener una buena higiene del sueño, evitar el estrés, evitar el consumo de drogas y alcohol, y llevar una dieta saludable y equilibrada. También es importante seguir cuidadosamente las recomendaciones médicas, como tomar medicamentos anticonvulsivos según lo prescrito y asistir a las citas médicas programadas para controlar y ajustar el tratamiento. En general, una buena atención médica, un estilo de vida saludable y un manejo adecuado de cualquier condición médica subyacente pueden ayudar a prevenir las convulsiones generalizadas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

5. Manejo de emergencia

El manejo de emergencia de las convulsiones generalizadas implica principalmente proteger a la persona de posibles lesiones y ayudar a prevenir complicaciones graves. Durante la crisis epiléptica, se debe tratar de mantener a la persona acostada en un lugar seguro y retirar cualquier objeto peligroso que pueda estar cerca de ella. Es importante no tratar de contener o limitar el movimiento durante la crisis y no intentar introducir nada en la boca de la persona. Una vez que la crisis haya finalizado, se debe colocar a la persona en posición lateral de seguridad para evitar la aspiración de líquidos o alimentos en los pulmones. Si el ataque epiléptico dura más de cinco minutos, se presentan convulsiones consecutivas o la persona presenta dificultad para respirar, se debe buscar atención médica de emergencia inmediata.

6. Calidad de vida

La calidad de vida de alguien que sufre convulsiones generalizadas puede verse afectada en diversas áreas, como la salud física, emocional y social. Las crisis de epilepsia pueden ser impredecibles y afectar la capacidad de la persona para llevar a cabo actividades diarias, como trabajar, conducir o hacer ejercicio. Además, las crisis pueden causar lesiones y aumentar el riesgo de accidentes, lo que puede afectar la confianza y la independencia de la persona. Las personas con epilepsia también pueden sentir ansiedad, depresión, estigma y aislamiento social, lo que puede afectar su calidad de vida emocional y social. Es importante que las personas con epilepsia reciban atención médica adecuada, apoyo emocional y recursos para mejorar su calidad de vida y reducir el impacto de las crisis en su día a día.

Comentarios y conclusión del autor

Las recomendaciones que un médico especialista en epilepsia de Centro Aura podría dar a una persona que tiene convulsiones generalizadas pueden incluir:

  • Tomar los medicamentos anticonvulsivos según lo prescrito para prevenir el padecimiento y mantener un seguimiento regular con el médico para ajustar el tratamiento según sea necesario.
  • Evitar los factores desencadenantes de las crisis, como el estrés, la falta de sueño, el consumo de alcohol y drogas, y llevar un estilo de vida saludable.
  • Identificar los signos de advertencia de las convulsiones, como cambios de humor, dolor de cabeza o mareo, y tomar medidas para prevenir los ataques si es posible.
  • Mantener un diario de crisis para ayudar a identificar patrones o desencadenantes y compartir esta información con el médico.
  • Obtener apoyo emocional y participar en grupos de apoyo para pacientes con epilepsia para obtener información y compartir experiencias con otros pacientes.
  • Seguir las recomendaciones del médico en cuanto a actividades seguras y conducta durante y después de una convulsión para minimizar el riesgo de lesiones.
  • Realizar chequeos médicos regulares para evaluar cualquier complicación de las convulsiones y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Acerca del Autor

El Dr. Luis Eduardo Alcaraz Díaz es médico especialista en neurología y epileptología por el Hospital Juárez de México y el INNN

El Dr. Luis Eduardo Alcaraz Díaz es médico especialista en Neurología y Epileptología por el Hospital Juárez de México y el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía avalados por la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue jefe de residentes de Neurología en el Hospital Juárez de México durante el 2018 y desde marzo 2020 es médico adscrito del área de urgencias del Hospital de Especialidades MIG.