Contactanos al (55) 5523 9155

Centro Aura Logo
Buscar

Neurocirugía pediátrica

Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Aura, México - Actualizado el 11 de abril 2023. (Tiempo de lectura: 12 minutos).

La neurocirugía pediátrica es una especialidad médica que se dedica al diagnóstico y tratamiento de trastornos cerebrales en niños, desde recién nacidos hasta adolescentes. Esta rama de la medicina ha avanzado enormemente en los últimos años, brindando esperanza y opciones de tratamiento a los pacientes pediátricos que enfrentan enfermedades neurológicas complicadas.

En este artículo, exploraremos cómo la neurocirugía pediátrica puede ser una solución para los niños que padecen trastornos cerebrales, y cómo puede mejorar su calidad de vida.

Neurocirugía pediatrica - Infografía

Trastornos cerebrales en niños: un desafío que enfrenta la neurocirugía pediátrica

Los trastornos cerebrales en niños pueden ser extremadamente desafiantes tanto para los pacientes como para sus familias. Los trastornos neurológicos pueden afectar la capacidad del niño para moverse, hablar, pensar y desarrollarse adecuadamente. Uno de los trastornos cerebrales más comunes en niños es la epilepsia, una afección neurológica crónica que se caracteriza por convulsiones recurrentes.

Aunque existen opciones de tratamiento para la epilepsia, algunos niños no responden bien a la medicación y pueden requerir opciones de tratamiento más avanzadas, como la neurocirugía pediátrica.

¿Qué es la neurocirugía pediátrica?

La neurocirugía pediátrica es una especialidad médica que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central en niños. Esto incluye una amplia gama de condiciones, como tumores cerebrales, hidrocefalia, malformaciones cerebrales congénitas, trastornos del movimiento, entre otros.

La neurocirugía pediátrica se realiza en niños de todas las edades, desde recién nacidos hasta adolescentes, y requiere de un enfoque especializado y delicado debido a las diferencias anatómicas y fisiológicas de los niños en comparación con los adultos.

¿Cuándo se considera la neurocirugía pediátrica como opción de tratamiento?

La neurocirugía pediátrica se considera como una opción de tratamiento cuando otros métodos, como la medicación, no han sido efectivos para controlar los síntomas de la enfermedad neurológica en el niño.

Los neurocirujanos pediátricos evalúan cuidadosamente a los pacientes para determinar si son candidatos adecuados para la cirugía, y se basan en una variedad de factores, como la gravedad de los síntomas, la ubicación y tamaño del trastorno cerebral, y la edad y estado de salud del paciente.

Procedimientos comunes de neurocirugía pediátrica

Existen varios procedimientos comunes de neurocirugía pediátrica que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños que padecen trastornos cerebrales. Algunos de los procedimientos más comunes incluyen:

  1. Resección de tumores cerebrales: Si se identifica un tumor cerebral en un niño, la neurocirugía pediátrica puede ser necesaria para extirparlo. Esto implica la eliminación quirúrgica del tumor del cerebro del niño con el objetivo de aliviar la presión sobre el tejido cerebral circundante y mejorar los síntomas.
  2. Derivación ventriculoperitoneal: Este procedimiento se realiza en casos de hidrocefalia, una condición en la que el exceso de líquido cefalorraquídeo se acumula en los ventrículos cerebrales. La derivación ventriculoperitoneal consiste en colocar un tubo en el cerebro del niño para drenar el exceso de líquido hacia el abdomen, aliviando así la presión en el cerebro.
  3. Cirugía de epilepsia: En casos de epilepsia que no responde bien a la medicación, la neurocirugía pediátrica puede ser una opción. Esto puede incluir la resección del área del cerebro que está causando las convulsiones, o la colocación de electrodos para identificar la zona específica del cerebro responsable de las convulsiones.
  4. Cirugía de malformaciones cerebrales congénitas: Algunos niños pueden nacer con malformaciones cerebrales congénitas, como quistes o anomalías vasculares. La neurocirugía pediátrica puede ser necesaria para corregir estas malformaciones y prevenir complicaciones.

Ventajas y riesgos de la neurocirugía pediátrica

Como cualquier procedimiento médico, la neurocirugía pediátrica tiene ventajas y riesgos que deben ser cuidadosamente considerados. Algunas de las ventajas de la neurocirugía pediátrica incluyen:

  • Mejora de la calidad de vida: La neurocirugía pediátrica puede ayudar a aliviar los síntomas de trastornos cerebrales en niños y mejorar su calidad de vida. Esto puede incluir la reducción de convulsiones, mejoramiento del desarrollo y función cerebral, y alivio de la presión intracraneal.
  • Opciones de tratamiento adicionales: En algunos casos, la neurocirugía pediátrica puede ofrecer opciones de tratamiento adicionales cuando otros métodos, como la medicación, no han sido efectivos.

Sin embargo, también existen riesgos asociados con la neurocirugía pediátrica, como cualquier procedimiento quirúrgico, incluyendo infecciones, hemorragias, reacciones a la anestesia, y daño a tejidos cerebrales circundantes.

Es importante que los padres y cuidadores del niño se informen adecuadamente sobre los riesgos y beneficios de la neurocirugía pediátrica y trabajen de la mano con el equipo médico para tomar una decisión informada.

El papel del equipo médico en la neurocirugía pediátrica

La neurocirugía pediátrica es un enfoque multidisciplinario que requiere de un equipo médico especializado para brindar el mejor cuidado posible al niño. Este equipo puede incluir neurocirujanos pediátricos, neurólogos pediátricos, anestesiólogos, especialistas en cuidados intensivos pediátricos, y otros profesionales de la salud. El papel de cada miembro del equipo es crucial en el éxito del procedimiento y la recuperación del niño.

Los neurocirujanos pediátricos son especialistas en la realización de cirugías cerebrales en niños y están capacitados para manejar las particularidades y complicaciones específicas de la neurocirugía en pacientes pediátricos.

Los neurólogos pediátricos son expertos en el diagnóstico y manejo de trastornos cerebrales en niños, incluyendo la epilepsia, y colaboran con los neurocirujanos en la evaluación y seguimiento del paciente antes y después de la cirugía.

Los anestesiólogos son responsables de administrar la anestesia al niño durante la cirugía, asegurando su seguridad y comodidad durante el procedimiento. Los especialistas en cuidados intensivos pediátricos brindan cuidados postoperatorios y monitorean la recuperación del niño en la unidad de cuidados intensivos, asegurando una atención adecuada y especializada durante la fase de recuperación.

Preparación para la neurocirugía pediátrica

La preparación para la neurocirugía pediátrica es un proceso importante que implica varias etapas. Algunos pasos clave en la preparación incluyen:

  • Evaluación y diagnóstico adecuado: Antes de la cirugía, el equipo médico realizará una evaluación completa del niño, incluyendo exámenes neurológicos, pruebas de imagen como resonancias magnéticas y electroencefalogramas, y otros estudios necesarios para obtener un diagnóstico preciso. Esto ayudará a determinar la necesidad de la cirugía y planificar el procedimiento de manera adecuada.
  • Información y consentimiento informado: Los padres o cuidadores del niño deben recibir información detallada sobre el procedimiento, incluyendo los beneficios, riesgos, y posibles complicaciones de la neurocirugía pediátrica. Es importante que los padres comprendan completamente el procedimiento y firmen un consentimiento informado antes de la cirugía.
  • Preparación física: El equipo médico brindará instrucciones específicas sobre la preparación física del niño antes de la cirugía. Esto puede incluir restricciones en la alimentación o medicación antes del procedimiento, así como la necesidad de realizar pruebas de laboratorio o evaluaciones cardíacas.
  • Apoyo emocional: La neurocirugía pediátrica puede ser una experiencia estresante tanto para el niño como para los padres. Es importante contar con un adecuado apoyo emocional durante todo el proceso, incluyendo la consulta con psicólogos o trabajadores sociales para ayudar a manejar los aspectos emocionales y psicológicos relacionados con la cirugía.

Recuperación y seguimiento después de la neurocirugía pediátrica

La recuperación después de la neurocirugía pediátrica varía según el tipo de procedimiento y las necesidades individuales del niño. Sin embargo, generalmente incluye:

  1. Cuidados postoperatorios: Después de la cirugía, el niño será trasladado a la unidad de cuidados intensivos pediátricos para recibir cuidados especializados durante la fase de recuperación. Esto puede incluir monitoreo de signos vitales, administración de medicamentos, manejo del dolor y atención a las necesidades específicas del niño.
  2. Seguimiento neurológico: El equipo médico realizará un seguimiento neurológico cuidadoso del niño después de la cirugía para evaluar su progreso y asegurarse de que esté recuperándose adecuadamente. Esto puede incluir pruebas de imagen de seguimiento, evaluaciones neurológicas y ajustes en la medicación si es necesario.
  3. Rehabilitación y terapia: Dependiendo del tipo de neurocirugía realizada, el niño puede requerir rehabilitación y terapia para recuperar funciones motoras, cognitivas o del habla. El equipo médico trabajará en conjunto con otros profesionales de la rehabilitación para proporcionar la terapia adecuada y ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial de recuperación.
  4. Seguimiento a largo plazo: La neurocirugía pediátrica puede tener efectos a largo plazo en la vida del niño. Por lo tanto, es importante que el niño tenga un seguimiento regular con su equipo médico para evaluar su progreso a lo largo del tiempo, realizar ajustes en el tratamiento si es necesario y brindar apoyo continuo a los padres y al niño en su proceso de recuperación.

Riesgos y complicaciones de la neurocirugía pediátrica

Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, la neurocirugía pediátrica conlleva ciertos riesgos y complicaciones potenciales. Algunos de los posibles riesgos y complicaciones incluyen:

  • Infección: Existe un riesgo de infección después de la cirugía, que puede requerir tratamiento adicional con antibióticos y cuidados adecuados de la herida quirúrgica.
  • Sangrado: Durante la cirugía, puede haber sangrado, y en algunos casos puede ser necesario realizar transfusiones sanguíneas.
  • Cambios neurológicos: Dependiendo del área del cerebro afectada por la cirugía, puede haber cambios en la función neurológica del niño, como debilidad, alteraciones del habla o problemas de memoria.
  • Complicaciones anestésicas: La anestesia utilizada durante la cirugía puede tener complicaciones, como reacciones alérgicas, problemas respiratorios o reacciones a los medicamentos.
  • Cicatrización de la herida: La cicatrización de la herida quirúrgica puede ser un proceso lento y puede haber complicaciones, como una mala cicatrización o formación de queloides.
  • Necesidad de cirugía adicional: En algunos casos, puede ser necesario realizar cirugías adicionales debido a complicaciones o para abordar otros problemas neurológicos.

Es importante tener en cuenta que los riesgos y complicaciones de la neurocirugía pediátrica son evaluados cuidadosamente por el equipo médico y se toman medidas para minimizarlos. Sin embargo, es fundamental que los padres o cuidadores del niño estén informados sobre estos posibles riesgos antes de dar su consentimiento para el procedimiento.

Conclusiones y recomendaciones del autor

La neurocirugía pediátrica es un campo especializado de la medicina que brinda opciones de tratamiento para una variedad de afecciones neurológicas en niños. Con el enfoque adecuado del equipo médico y un cuidadoso proceso de evaluación y seguimiento, la neurocirugía pediátrica puede ser una opción efectiva para el manejo de condiciones neurológicas en niños.

Es importante destacar que cada caso es único y requiere una evaluación y plan de tratamiento individualizado por parte del equipo médico. Los padres y cuidadores deben trabajar en estrecha colaboración con el equipo médico, hacer preguntas y comprender plenamente los riesgos y beneficios de la neurocirugía pediátrica antes de tomar una decisión informada.

Si su hijo padece una afección neurológica que puede requerir neurocirugía pediátrica, es crucial buscar atención médica especializada de un equipo de neurocirujanos pediátricos experimentados. Ellos pueden brindar una evaluación y asesoramiento adecuados para determinar si la neurocirugía pediátrica es la opción de tratamiento adecuada para su hijo.

En conclusión, la neurocirugía pediátrica es un campo especializado de la medicina que ofrece opciones de tratamiento para afecciones neurológicas en niños. Con un enfoque multidisciplinario, evaluación y seguimiento adecuados, y la colaboración estrecha entre el equipo médico y los padres, puede ser una opción efectiva para el manejo de condiciones neurológicas en niños.

Si su hijo requiere neurocirugía pediátrica, es fundamental buscar atención médica especializada y tomar una decisión informada en consulta con el equipo médico.

Acerca del Autor

Dra. Diana Gabriela Guerra García

La Dra. Karen Edith Guzmán Sánchez es médica especialista en Neurología y Epiletología por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suarez”, avalado por la Universidad Nacional Autónoma de México. La Dra. está asociada activamente a diversas sociedades de neurología, así como al Capítulo Mexicano de la Liga Internacional contra la Epilepsia.