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Estimulación cerebral profunda

Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Aura, México - Actualizado el 12 de abril 2023. (Tiempo de lectura: 5 minutos).

La estimulación cerebral profunda (ECP) es una terapia neuromoduladora que ha revolucionado el tratamiento de diversos trastornos neurológicos, ofreciendo una esperanza renovada a aquellos pacientes que luchan con estos trastornos en su vida cotidiana.

Esta innovadora técnica ha demostrado ser efectiva en el manejo de enfermedades neurológicas como el Parkinson, el trastorno del movimiento y la depresión, entre otros. En este artículo, exploraremos en profundidad la estimulación cerebral profunda y su impacto en el tratamiento de estos trastornos.

estimulación cerebral profunda - Infografía

¿Qué es la estimulación cerebral profunda?

La estimulación cerebral profunda es un procedimiento quirúrgico que implica la implantación de electrodos en áreas específicas del cerebro y la posterior estimulación eléctrica de estas áreas con un dispositivo de neuroestimulación implantado.

Los electrodos son conectados a un estimulador que se implanta bajo la piel en el pecho del paciente. Este estimulador emite impulsos eléctricos constantes o intermitentes para modular la actividad eléctrica del cerebro y controlar los síntomas del trastorno neurológico.

¿Cómo funciona la estimulación cerebral profunda?

Aunque el mecanismo preciso de acción de la estimulación cerebral profunda aún no se comprende completamente, se cree que la estimulación eléctrica modula las señales eléctricas del cerebro, lo que puede ayudar a reducir los síntomas de los trastornos neurológicos.

Los impulsos eléctricos alteran la actividad anormal de las células cerebrales que causan los síntomas del trastorno, lo que puede aliviar o mejorar los síntomas de manera significativa.

Indicaciones de la estimulación cerebral profunda

La estimulación cerebral profunda se ha utilizado principalmente para el tratamiento de enfermedades neurológicas, como el Parkinson, el trastorno del movimiento y la depresión resistente al tratamiento.

Sin embargo, también se ha utilizado con éxito en otras condiciones, como la distonía, el síndrome de Tourette y la epilepsia, entre otros trastornos neurológicos.

¿Quiénes son candidatos para la estimulación cerebral profunda?

La estimulación cerebral profunda es una opción de tratamiento para aquellos pacientes que no han respondido adecuadamente a otros enfoques de tratamiento convencionales, como la medicación o la terapia física, y que continúan experimentando síntomas debilitantes que afectan su calidad de vida.

Los candidatos ideales para la estimulación cerebral profunda son aquellos que tienen un diagnóstico confirmado de un trastorno neurológico y que han agotado otras opciones de tratamiento sin obtener un alivio adecuado de sus síntomas.

Procedimiento de la estimulación cerebral profunda

El procedimiento de la estimulación cerebral profunda generalmente se realiza en dos etapas. En la primera etapa, se implantan los electrodos en áreas específicas del cerebro mediante una cirugía guiada por imágenes y se conectan a un estimulador que se coloca debajo de la piel en el pecho del paciente.

En la segunda etapa, después de un período de recuperación y ajustes de la estimulación, se programa el estimulador para emitir impulsos eléctricos en las áreas cerebrales específicas que se desean modular.

Beneficios y riesgos de la estimulación cerebral profunda

La estimulación cerebral profunda ha demostrado ser una terapia efectiva en el manejo de diversos trastornos neurológicos, ofreciendo una serie de beneficios potenciales para los pacientes. Algunos de los beneficios incluyen una reducción significativa de los síntomas, una mejora en la calidad de vida, la disminución de la dependencia de medicamentos y una mayor funcionalidad en las actividades diarias.

Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, la estimulación cerebral profunda también conlleva algunos riesgos. Estos pueden incluir complicaciones quirúrgicas, infecciones, hemorragias, reacciones adversas a la anestesia, entre otros. Además, la estimulación cerebral profunda no es una cura definitiva y los resultados pueden variar en cada paciente.

Conclusiones y recomendaciones del autor

La estimulación cerebral profunda es una terapia innovadora que ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de trastornos neurológicos como el Parkinson, el trastorno del movimiento y la depresión, entre otros. Aunque todavía se están investigando sus mecanismos de acción precisos, la ECP ofrece una nueva esperanza para los pacientes que no han respondido adecuadamente a otros enfoques de tratamiento convencionales.

Sin embargo, como con cualquier procedimiento médico, es importante que los pacientes sean evaluados y asesorados por profesionales médicos especializados antes de considerar la estimulación cerebral profunda como una opción de tratamiento.

Acerca del Autor

Dra. Diana Gabriela Guerra García

La Dra. Karen Edith Guzmán Sánchez es médica especialista en Neurología y Epiletología por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suarez”, avalado por la Universidad Nacional Autónoma de México. La Dra. está asociada activamente a diversas sociedades de neurología, así como al Capítulo Mexicano de la Liga Internacional contra la Epilepsia.